Se terminó el África que vive al ritmo de la tierra y del sol. En Burkina Faso, que significa literalmente « país de los hombres íntegros », la mundialización llega hasta el fondo de la sabana. Las remeras Dolce & Gabbana ou Louis Vuitton se superponen a los coloreados paños tradicionales. Los productos chinos concurren contra los artesanos. Los jóvenes Burkinabé coleccionan telefonos celulares llegados de Occidente. Las antenas de Canal + contaminan todo el país. Y ahí, donde no hay ni agua corriente, ni electricidad, habra siempre una antena emisora de señal para telefonía móvil.
En este país, donde casi el 80% de la población es analfabeta, la educación no se lleva a cabo en la escuela. El saber se transmite de generación en generación desde hace siglos. Pero hoy en dia, los ancianos luchan por transmitir sus conocimientos a los niños que estan mas inclinados hacia Europa que hacia sus propias tradiciones.
Burkina Faso camina en un mundo globalizado, intentando conservar sus tradiciones.
Retrato de estos « Hombres íntregros », en un mundo en mutación.
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